En 1977 Eusebio Vega trajo a un pequeño rincón de Cantabria su inquietud por la cocina regional. En el día a día ha sabido demostrar junto a su esposa la profesionalidad en el arte culinario elaborando con estilo propio platos típicos de la gastronomía regional cántabra, manteniendo su pasión por la cocina durante décadas.

Con el paso del tiempo llegaría el actual Tocinero y posteriormente su posada, situada detrás del restaurante en un enclave perfecto de naturaleza y tranquilidad, creada para lograr el placentero descanso de nuestros huéspedes y visitantes.

Hoy aunque la cocina sigue siendo como antes el local ha evolucionado con el tiempo, logrando así la perfecta armonía entre lo tradicional y lo moderno, aspecto que se siente a la hora de visitar nuestra posada-restaurante donde se unen el ambiente familiar y la buena cocina.